Tipos de las Contracturas Musculares
Las contracturas musculares frecuentes pueden categorizarse mediante diferentes enfoques, considerando factores como su evolución temporal (transitorias o persistentes), su mecanismo de aparición (defensivas o por sobreúso) y sus características patológicas (dolorosas, protectoras o indoloras). Estas tensiones musculares también se pueden agrupar según su etiología específica, incluyendo contracturas de cuello, contracturas por desequilibrio postural, postraumáticas o asociadas a déficit hídrico.
Clasificación de contracturas según su mecanismo de aparición
- Contracturas defensivas: Surgen como mecanismo de defensa corporal frente a lesiones o alteraciones que comprometen indirectamente la fibra muscular.
- Contracturas por sobreúso: Se manifiestan cuando el tejido muscular experimenta demanda excesiva sin períodos apropiados de recuperación.
- Contracturas por agotamiento: El cansancio extremo del músculo genera estas contracturas cuando se excede la capacidad natural de regeneración tisular.
Clasificación por duración y evolución temporal
- Contracturas transitorias: Aparecen de forma súbita, frecuentemente tras actividad física intensa o movimientos bruscos.
- Contracturas persistentes: Resultan de la acumulación progresiva de tensión muscular, posturas inadecuadas mantenidas o desatención de contracturas iniciales.
Clasificación según características patológicas
- Contracturas protectoras: Funcionan como escudo natural contra el dolor, limitando la movilidad para prevenir mayor sufrimiento tisular.
- Contracturas dolorosas: En estas, la sensación álgica constituye el factor desencadenante principal de la contractura.
- Contracturas indoloras: Representan contracturas que se desarrollan sin asociación directa con procesos dolorosos.
Clasificaciones complementarias
- Contracturas por desequilibrio postural: Originadas por el mantenimiento prolongado de posturas viciosas, especialmente común en trabajadores de oficina o estudiantes.
- Contracturas de cuello: Muy habituales en la zona cervical debido al estrés, malas posturas al dormir o uso excesivo de dispositivos electrónicos.
- Contracturas postraumáticas: Emergen como consecuencia de traumatismos directos, incluyendo accidentes automovilísticos o caídas.
- Contracturas asociadas a déficit hídrico: La insuficiente hidratación corporal puede desencadenar fatiga muscular y posterior contractura.
- Contracturas estáticas: Se desarrollan cuando el músculo permanece en acortamiento moderado continuo, sin evidencia de daño estructural.
- Contracturas definitivas: Ocurren cuando los tejidos blandos han sido sustituidos por tejido cicatricial o calcificaciones.
- Contracturas neurógenas: Provocadas por alteraciones del sistema nervioso que generan contracción muscular sostenida e involuntaria.
Es fundamental considerar que estas clasificaciones pueden presentar variaciones dependiendo del enfoque clínico y la literatura consultada, siendo recomendable la evaluación por parte de un especialista en medicina física para establecer un diagnóstico preciso y plan terapéutico individualizado.
Tratamiento de Contracturas musculares.
La aparición de contracturas musculares. ¿Sabía usted que además de factores ya conocidos como el estrés, las alteraciones en la postura y la oclusión dental pueden ser determinantes en la aparición de contracturas musculares?
Una de las principales causas de dolores músculo-esquelético son las descompensaciones producidas por el reparto de cargas desiguales. Si desde los cimientos de un edificio no se reparten bien los pesos del propio edificio, aparecerán las grietas, a modo de contracturas musculares en músculos como trapecios.
Postura biomecánica y repercusión en contracturas
En este artículo trataré de explicar la estrecha relación que existe entre las molestias, crujidos y dolor en la apertura de la boca con la incorrecta posición de la cabeza. Y también la relación existente entre la posición de la cabeza con la postura, el equilibrio de la pelvis, y de la cintura escapular.
Al andar debe de existir equilibrio entre la pierna que da el paso, el brazo contrario que avanza, las posiciones de la columna vertebral y de la cabeza.
Durante la marcha, al andar el esternocleidomastoideo de un lado se contrae, al igual que simultáneamente el trapecio superior del otro lado. Esta coordinación entre ambos permite la correcta posición de la cabeza durante la marcha.
Analizando la dinámica del músculo esterno=esternón, cleido=clavícula, mastoideo=apófisis mastoides del hueso temporal podemos apreciar: Que éste al contraerse al andar repercute sobre el tórax, cintura escapular (compuesta por escápula, clavícula y húmero, entre otras) cráneo y hueso temporal. Este último repercute directamente sobre la mandíbula y sobre el sistema del equilibrio.
Exista o no equilibrio al andar, la horizontalidad de la mirada y de estructuras vitales para el equilibrio en el oído interno deben de estar aseguradas mediante la conexión constante entre la musculatura que se encuentra en la base del cráneo, a nivel del occipital, primeras vértebras cervicales y la musculatura que controla la posición de los ojos.
Las distintas curvaturas de la columna vertebral, como son la lordosis y cifosis en el plano sagital (viendo a la persona de lado) debe de existir una posición centrada de la cabeza. Si esta se encuentra muy adelantada o retrasada de la línea media, se puede alterar la posición de la mandíbula lo que repercutirá en la mordida o la oclusión dental.
¿Sabe usted que no existe la posición de reposo al estar de pie? Al estar de pie parados, el cuerpo mantiene una actividad muscular importante para mantener el equilibrio. Al igual que estando de píe al realizar las distintas actividades existe otro mecanismo que controla la actividad mínima desde la cual realizamos de forma equilibrada las distintas actividades cotidianas. Ambos mecanismo son involuntarios y responden reflejos naturales.
En caso de desequilibrios toda esta actividad repercute directamente en músculos como; los esternocleidomastoideo, angulares y los trapecios. Siendo en estos dos últimos, donde principalmente se dan las famosas contracturas musculares. Por las que acuden la gran mayoría de los pacientes a las consultas de Fisioterapia. Veo oportuno que se considere el enfoque global que aporta la Osteopatía. Máxime cuando ésta entra en interrelación con la odontología, en su especialidad oclusión dental.
¿Sufre usted de contracturas musculares persistentes?
Si sufre de contracturas musculares, posiblemente también tenga molestias a nivel de la mandíbula; a modo de crujidos, bloqueo de la mandíbula en la apertura. ¿Le han comentado que es bruxista? Es decir que presiona la mordida durante la noche.
Si su respuesta es que si, debe saber que según evidencias científicas existe una estrecha relación entre las alteraciones de la oclusión, mordida con las alteraciones de la postura.
No deje que el dolor y las molestias sean lo cotidiano. El dolor es un aviso de que algo va mal.
Lo primero que tiene que hacer es elegir al profesional adecuado, que le ponga nombre a sus problemas y establecer un programa terapéutico con garantías. No deje que le traten a base de antiinflamatorios y analgésicos, con argumentos como eso es normal y debe de convivir con esas molestias.
Pero debe de saber de antemano que ninguna patología se soluciona sin la implicación del paciente. Debe de cambiar la ruta que le ha llevado a sufrir las molestias, sino cambia nada, tenga por seguro que las molestias volverán a aparecer.
Este el primer artículo en estas alteraciones, el cual puede resultar algo técnico. El segundo consta de varios vídeos explicativos para facilitar su comprensión. También puedes estar interesado en ver cursos online de masajes descontracturantes.
Espero que este artículo de contracturas musculares le haya resultado interesante. En Clinica Javier de la Nuez somos especialistas en fisioterapia y osteopatía y el bienestar de nuestros pacientes es un objetivo primordial.
Preguntas Frecuentes sobre Contracturas Musculares
-
¿Cuáles son los síntomas más comunes de una contractura muscular?
Una contractura muscular se manifiesta principalmente a través de dolor localizado en la zona afectada, rigidez muscular que limita el movimiento normal, y sensación de tensión o «nudo» en el músculo. Es frecuente experimentar dificultad para realizar movimientos habituales, especialmente aquellos que requieren estiramiento del músculo contracturado. En casos de contracturas de cuello, pueden aparecer síntomas adicionales como dolor de cabeza, mareos leves o irradiación del dolor hacia los hombros. La intensidad de los síntomas puede variar desde molestias leves hasta dolor significativo que interfiere con las actividades diarias.
-
¿Cuánto tiempo suele durar una contractura muscular?
La duración de una contractura muscular depende de varios factores, incluyendo su clasificación temporal y la causa subyacente. Las contracturas transitorias o agudas generalmente se resuelven en un período de 3 a 7 días con el tratamiento adecuado y reposo relativo. Sin embargo, las contracturas persistentes o crónicas pueden prolongarse durante semanas o incluso meses si no se abordan correctamente. Factores como la edad del paciente, el estado físico general, la adherencia al tratamiento y la presencia de factores perpetuantes (como malas posturas o estrés) influyen significativamente en el tiempo de recuperación.
-
¿Cuándo debo consultar a un profesional de la salud por una contractura?
Es recomendable buscar atención médica cuando el dolor es intenso y no mejora después de 2-3 días de cuidados básicos en casa, cuando la contractura limita significativamente la movilidad o interfiere con las actividades diarias, o cuando se acompaña de síntomas como entumecimiento, hormigueo o debilidad muscular. También es importante consultar si las contracturas se vuelven recurrentes sin causa aparente, si aparecen después de un traumatismo o accidente, o si se presentan junto con fiebre o inflamación visible. Un diagnóstico profesional es fundamental para descartar lesiones más serias y establecer un plan de tratamiento apropiado.
-
¿Qué medidas preventivas puedo tomar para evitar contracturas musculares frecuentes?
La prevención de contracturas musculares se basa en varios pilares fundamentales. Mantener una hidratación adecuada es esencial, ya que la deshidratación puede contribuir a la fatiga muscular. Realizar ejercicios de calentamiento antes de la actividad física y estiramientos posteriores ayuda a preparar y relajar los músculos. En el ámbito laboral, es crucial mantener una ergonomía correcta, especialmente para prevenir contracturas de cuello en trabajadores de oficina, tomando descansos regulares para cambiar de posición. El manejo del estrés también es importante, ya que la tensión emocional puede manifestarse como tensión muscular. Finalmente, mantener una rutina de ejercicio regular y un sueño reparador contribuyen significativamente a la salud muscular general.