3 señales que te advierten de ir al fisioterapeuta por dolor en la espalda.
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Muchas personas sufren molestias en la espalda de vez en cuando, sobre todo si pasan mucho tiempo sentadas. Normalmente no suele ser nada grave, sin embargo, hay ciertas señales que nos pueden advertir de que ha llegado el momento de acudir al fisioterapeuta.
Señal 1. Dolor que se extiende, hormigueo y entumecimiento.
Debes acudir inmediatamente a un especialista si sientes un dolor que se extiende, por ejemplo, si comienza a dolerte la espalda y sigue hacia el cuello o las piernas.
Esta sensación indica que tu sistema nervioso está siendo afectado, por ejemplo, un nervio pinzado que impide que lleguen señales a las extremidades. Estos problemas neurológicos deben ser solucionados y tratado mediante consulta de fisioterapia lo más pronto posible para evitar problemas de sensibilización, debilidad muscular y movilidad.
Señal 2. Dolor que dura más de una semana.
Cualquier tipo de dolor o inflamación que dure más de una semana debe ser tratado por un fisioterapeuta, especialmente si produce dificultad al moverse o empeora al toser o estornudar.
Es necesario descubrir el origen del dolor para descartar problemas más graves o para que acudas al especialista que realmente necesitas.
Algunos dolores de espalda tienen causas obvias, un golpe al practicar deporte, un tirón al realizar un movimiento extraño… Sin embargo, hay otros casos en los es más complicado llevar a cabo un diagnóstico, pues puede estar provocado por una serie de causas, desde problemas crónicos hasta el estrés o la depresión.
Muchas personas que no logran deshacerse de su dolor de espalda acaban aceptándolo como parte de su vida, sin embargo, sentir dolor nunca es normal. Quizás la causa sea muy difícil de encontrar, pero cambiando de hábitos y llevando a cabo una vida más saludable, es posible reducir al máximo este dolor.
Señal 3. Pequeñas molestias que no se alivian.
Si sufres constantes molestias en la espalda que no se quitan nunca, puede ser el motivo de un pequeño tirón o debilitamiento de una zona concreta. Este problema es muy difícil de diagnosticar sino acudes a un fisioterapeuta.
Para realizar un diagnóstico, es necesario estudiar tu lugar de trabajo y tus hábitos diarios. Posteriormente, se lleva a cabo un estudio de los músculos y huesos de tu espalda.
Este estudio permitirá que un especialista te mande ejercicios concretos para fortalecer tu espalda y acabar con esas molestias.
Incluso si no te parece nada grave es conveniente que acudas a un especialista, pues cuanto antes se diagnostique tu problema, antes se solucionará y menos riesgo habrá de que se convierta en un problema grave o incluso crónico.
Decídete y deja de preocuparte.
Normalmente, preocuparse demasiado no lleva a nada. No te estreses pensando que puedes tener algo peor de lo que realmente tienes y acude a un especialista que te resuelva el problema. Javier de la Nuez especialista en Osteopatía y Fisioterapia.
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