Tejidos conectivos, tejido fascial, interconexión funcional entre los meridianos fasciales
Como deportista, he centrado mi trabajo diario en la prevención de lesiones deportivas. Las cuales me llevaron a mi profesión y ha sido el motor que me ha dado la motivación para seguir en una constante formación.
Nunca me creí que los coches y edificios debían de estar bien alineados y cimentados, respectivamente, y el cuerpo humano no. Argumentando que todo el mundo está lleno de asimetrías y que nadie estaba en equilibrio.
De siempre he dicho que la salud pasa por los buenos hábitos que vayamos adquiriendo y aplicando, por lo tanto, que estaba en nuestras manos. Y que la salud pasa por el equilibrio.
En este artículo les quiero introducir en el apasionante mundo de los meridianos fasciales, esa especie de red que une todas y cada una de las células del cuerpo humano. Lo que promueve el primer principio osteopático, la UNIDAD DEL CUERPO, como hipótesis en su día propuesta por el creador de la Osteopatía, el médico Andrew Tailor Stil, que nos decía que el cuerpo está unido por una especie de red. Siendo el hilo conductor no solo a nivel mecánico, sino vascular, nervioso, propioceptivo, etc.
Se puede considerar que esta red de tejidos conectivos forman una red funcional interconectada entre todos los elementos que la forman de forma individual y global.
Una de las formas de demostrar la existencia de esta cadena miofascial, en este caso la superficial posterior. Entiendo que es que mediante el tratamiento que realicemos sobre uno de los componentes de esta cadena, influirá de forma directa o indirecta sobro toda la cadena. Que mejor que empezar esta serie de evidencias que les voy a ir compartiendo en mi blog que con los isquiotibiales. Al tratarse de un músculo muy importante en la prevención de patologías de pelvis y transmitiendo las tensiones, de forma desigual, sobre la columna vertebral.
En las cuatro imágenes de abajo se observa el músculo isquiotibial, formado por el semitendinoso, semimembranoso y el bíceps femoral con sus por porciones. En primer lugar, de izquierda a derecha de la imagen el músculo semitendinoso, en la segunda el semimembranoso y la tercera y cuarta imagen el bíceps femoral con sus dos porciones larga y corta respectivamente.
Imágenes tomadas de la enciclopedia virtual complete anatomy de Elsevier.
La musculatura isquiotibial se incluye como parte de las cadenas miofasciales o meridianos, exactamente la línea superficial posterior. Junto a los isquiotibiales se encuentran musculatura importante como son el tríceps sural (gemelos y sóleo) fascia toracolumbar, músculo erector de la columna, tendón de Aquiles, flexores de los dedos, fascia epicraneal, etc.
Les quiero transmitir un ensayo que se realizó sobre esta cadena miofascial, que repercutió positivamente en la relajación y elasticidad de los isquiotibiales y en la flexión dorsal del tobillo. Consistió en la realización por el propio paciente de relajar las distintas zonas mediante un rodillo bajo la fascia epicraneal (nuca) fascia toracolumbar, la planta de los pies o fascia plantar, sobre los gemelos y falta en la imagen a nivel de los mismos isquiotibiales.
En este ensayo se valoró a 94 voluntarios que ellos mismos, bajo la supervisión de un fisioterapeuta, se coloraron el rodillo, en una de las cuatro zonas descritas anteriormente. Los ensayos se realizaron sin dolor por parte de los pacientes. Antes y después de los ensayos se les midió la flexión dorsal del tobillo, y la elasticidad de los isquiotibiales a los 30 segundos, 2, 5 y 10 minutos de aplicación del rodillo. Y tanto la flexión dorsal del tobillo como la elasticidad de los isquiotibiales mejoraron tras la intervención.
En la flexibilidad de los isquiotibiales se tomaron varias variables en cuenta al tiempo de aplicación, a los 30 segundos, 2, 5 y 10 minutos. Y la flexión dorsal del tobillo antes y después de la aplicación. Siendo la más efectiva sobre la fascia sural o tríceps sural (gemelos) para las intervenciones cortas de 30 segundos y 2 minutos de duración. Y cuando se aplicaba el rodillo sobre la musculatura a valorar, no en la imagen, isquiotibiales en las intervenciones de 5 y 10 minutos. Por lo que se deduce que se consigue mejor efecto a distancia sobre la flexibilidad de los isquiotibiales, en este caso sobre los gemelos. Y en cuanto a la variable de tiempo de aplicación, se consiguió mejores resultados en las intervenciones de 2 minutos.
Pues de este ensayo se deduce que la mayor efectividad se produce cuando se aplica, entiendo yo que cualquier tipo de aplicación que relaje el tejido miofascial, no solo mediante la inhibición. Lo digo por mi experiencia en la práctica clínica en más de veinte años trabajando con deportistas y no solo deportistas que les duele la espalda y que al relajarles la cadena miofascial consigue relajación en la espalda.
Imagen de la página 78 del libro de la segunda edición de Vías anatómicas de Thomas W. Myers.
En esta imagen vemos la íntima relación y conexión entre la fascia plantar, flexores de los dedos del pie, tendón de Aquiles (tendón mediante el que se inserta el tríceps sural al calcáneo o talón). No es de extrañar que ha sido el tratamiento sobre el tríceps sural, y la fascia plantar, con los que se consiguió mejores resultados en este ensayo.
Yo siempre recomiendo en consulta el estiramiento de la cadena posterior, empezando por la fascia plantar, mediante la relajación, ojo sin dolor con una pelota, como se muestra en el siguiente vídeo de mi canal youtube https://youtu.be/EJEYMdeuhAQ
Este ensayo no es el primero que evidencia interrelación entre todos los elementos de las cadenas miofasciales, solo basta con buscar las evidencias transmitidas por Andrzej pilat, por Carta Stecco y un gran número de investigadores.